viernes, 21 de enero de 2011

"Humos y Sofismas"

(Punto Radio: "Protagonistas, con Felix Madero" 21.01.11)

Como las setas en otoño; así veo brotar en alegre proliferación todo tipo de razonamientos falaces con ocasión de la nueva Ley Antitabaco. Argumentos y refutaciones, de pobre apariencia todas ellas, se entrelazan en un baile cuyos planteamientos trastabillan entre los inevitables pisotones de mala leche. Uno podría esperar que estas danzas mediocres se dieran entre paisanos de similar condición intelectual, pero el desaliento campa en mi alma cuando las contemplo entre tertulianos de audiencias millonarias que cobran un pico por mostrarnos las excelencias de sus patrones de razonamiento. Andaba esta mañana paseando al perro cuando tropecé con una de esas tertulias en el dial. Resultaba evidente que sus componentes militaban todos en el mismo equipo. Escaseaba por tanto la zancadilla que suele poner algo de triste color en estos pobres huertos y reinaba el buen rollito. Unos y otros se regalaban ejemplos argumentales en favor de la Ley al estilo de unos juegos florales, hasta que uno de ellos, ligeramente emocionado por su ocurrencia, desarrolla la línea de la "colisión de derechos" mientras el resto retoza con elegante entusiasmo alrededor de la idea como si hubieran sido los primeros en descubrirla. Nunca mejor traido lo de la colisión, ya que acto seguido los contertulios se explayan con el inevitable ejemplo de aquellos incivilizados que conducen borrachos, o a doscientos por hora, por la misma carretera por donde tambien transitan el resto de los inocentes ciudadanos. Y es aquí, mira por donde, que sin quererlo han rozado uno de los escasos elementos medianamente objetivos que se mueven entre tanto sofisma. Porque el concepto de "colisión" exige necesariamente la existencia de un "espacio común", fuera del cual es ontológicamente imposible su ocurrencia. Junto a ello debemos de aceptar ademas la condición de que dicho espacio sea único y necesario, puesto que en ausencia de tales atributos no existe razón que impida arbitrar ambos derechos de un modo independiente. El concepto exige además mantener la propiedad de los "derechos" dentro de ese espacio o al menos una parte alicuota equivalente a la del otro. Personalmente no me sorprende que se ignore la realidad de que existen miles de locales, cada uno de los cuales puede atender las diferentes apetencias de cada cual, ni que se desprecie a quien tiene el último derecho sobre un establecimiento, que no es otro que su propietario para elegir a su clientela y para mantenerse sometido en todo caso a la ley más democrática que existe, la de la oferta y la demanda. Y digo que no me sorprende porque no puedo evitar intuir lo que en realidad hay detras de esta clase de supositorios. Y lo que veo no me gusta. Pero ello se encuentra tan alejado de este debate que merecería mejor reflexión para otra ocasión. De momento me apresuro a recoger la pequeña muestra escatológica con que mi perro recompensa los minutos que le dedico cada mañana y trato de hacer ver que no le doy importancia a lo que observo en el fondo de su mirada. Sospecho de que a veces me lee el pensamiento. Quizás sus próximos sueños estén dominados por la pesadilla de un mundo sin perros; donde él, como último superviviente, se oculta alejado de cualquier ciudad. Ciudades rutilantes, donde cada mañana se encienden los aspersores automáticos y riegan sus impolutos jardines de plástico mientras que una musiquilla Orwelliana nos despierta suavemente desde los altavoces de cada esquina...

martes, 14 de diciembre de 2010

"Iconos y Monigotes"

(Cualquier medio-Seccion Programación Televisiva.- 14/12/2010)

Más allá de las consideraciones de Charles Peirce sobre las diferencias entre lo que es un Símbolo y lo que es un Icono, la semiótica moderna debiera considerar un nuevo orden de relaciones entre determinados significados y aquello que sirve para su representación. El niño es un ser inmaduro y dibuja Monigotes. Y cuando los niños crean un monigote, lo que hacen en realidad es proyectar “su” realidad; es decir, el modo como ven el mundo que les rodea y sobre todo el como se ven o como les gustaría verse a sí mismos en dicho entorno. De ahí que además del Símbolo, convencional, y del Icono, creado bajo criterios de semejanza objetiva, debiéramos considerar el “Monigote” como nueva categoría semiológica fundamentada en las expectativas y deseos que cada cual tiene en cuanto a su desarrollo humano. Por ello y a la vista del dudoso grado de madurez que exhibe el telespectador medio en este país, propongo que dejemos de llamar iconos sociales a determinados personajes televisivos, asiduos vociferantes en varias tertulias de sobremesa y virtuosos del edredón entre otros, creados, encumbrados y hasta coronados por la mano marujil que a través del mando a distancia alimenta los índices de audiencia, y los llamemos, simple y llanamente, “Monigotes”.

"La locura de los Dioses"

(BBC-Mundo 11/11/2010 - El proyecto "ColaLife")

Al leer este articulo no he podido evitar el recuerdo de la celebre comedia de Jamie Uys y su simpática tribu de los Bushman. Dicho lo cual y para quien no lo conozca el proyecto, señalar que esta ONG persigue hacer llegar medicamentos a zonas remotas de Zambia, donde uno de cada cinco niños mueren por diarreas y deshidratación, acoplando las medicinas en los huecos libres del interior de las cajas de Coca-Cola. En aquellas zonas donde la tortuosa logística aplicada a la ayuda humanitaria no puede impedir que mueran miles de niños porque las medicinas no llegan, resulta en cambio que esta conocida bebida sí que se encuentra altamente disponible. Los responsables de la conocida multinacional no obstáculizan de un modo patente el procedimiento, pero señalan que en lugar de ello preferirían compartir el "know how" que subyace a sus sistemas de distribución. Se me ocurre plantear si acaso su modelo de distribución pudiera ser tan secreto como los ingredientes de su bebida. La respuesta todos sabemos que es negativa. Su sistema, depurado en mayor o menor medida, es el mismo que se usa en la distribución de cualquier otro producto. La distribución no funciona por el impulso del que ofrece, aunque sea gratís, sino por la demanda de quien lo apetece, aunque sea pagando. Cualquier linea de distribución funciona a traves de una cadena de intermediarios que son los que dispersan el producto hasta el consumidor final y cada intermediario retiene una parte del beneficio que necesariamente se debe abonar por el eslabon inferior. Aunque el producto sea gratis en origen, al final ese coste de distribución recae inevitablemente en el consumidor final. La ONG pretende parasitar esa línea para que su medicina llegue gratuita y sin costes al consumidor final. Esto es así porque el consumidor prefiere gastar su dinero en un refresco antes que en la medicina que puede salvar a su hijo o a su padre anciano. Este es el verdadero y sorprendente misterio sobre el que deberíamos de reflexionar y no sobre la logistica de las distribuciones. El verdadero análisis del problema debería de centrarse sobre el porqué en esas zonas remotas se valora más el satisfacer la sed con burbujas de un adulto de vida radicada que la salud de una vida incipiente, o decadente, lo mismo da. Me pregunto si acaso el intervencionismo civil y bienintencionado que la sociedad occidental está practicando sobre el tercer mundo no estará derrochando demasiados recursos tangibles en elevar la calidad de sus vidas y rebajar su morbilidad al tiempo que desdeña la siembra de aquellos valores que deben sustentar el concepto de lo mas humano. Aunque, claro, tambien debemos de considerar que es posible que este mundo occidental, seducido ya por el culto al edonismo y el derecho innegociable a la felicidad individual, no pueda importar aquello de lo que carece. Tal vez resulte que ese concepto de valores se encuentre en crisis o enfrentado a contradicciones insuperables aquí mismo, en nuestra propia casa. Es posible incluso que ciertas mentes primitivas, rescatadas ya por la via de los hechos de sus culturas ancestrales en las que sólo se podía percibir la existencia bajo un concepto espiritual, en el que la vida era entendida como un contínuo que supera las existencias individuales tanto lineal, de padres a hijos, como colateral respecto a los demas humanos de su entorno, no puedan entender que al mismo tiempo que se les regala preservativos y son aleccionados en el aborto y en el control de natalidad se pretenda salvar a toda costa la vida de un estorbo sobrevenido, y seguramente no deseado, a costa de una refrescante y burbujeante bebida de cola.

"Corsarios y Berberiscos"

(Diario Levante EMV -15, oct., 2010- Jose Manuel Lara, en el Premio Planeta, hace una llamada contra la pirateria)

Cita el periodico que el prestigioso editor anda, como es lógico, sumamente preocupado por las descargas "ilegales" de libros, al tiempo que reclama una urgente legislación contra la piratería en la red.

Lo primero que llama la atención es que se califique de "ilegal" algo que, según admite él mismo, aún carece de "legislación". Esta curiosa contradicción me conduce inevitablemente a escuchar a quienes sugieren que nos encontramos ante un intolerable proceso de "criminalización" social de ciertas conductas que atentan contra ciertos "intereses" sutilmente argumentados y cuya bondad no me atrevo a valorar. ¿Se llegará a criminalizar también a quien lea gratís el libro de un famoso autor ante una muchedumbre? ¿Y si sólamente lo hace ante un grupo de amigos? ¿Llegaremos a prohibir recitar un poema de Garcilaso al oido de la novia, o a leer un cuento a nuestro hijo para conciliar su sueño? ¿Dónde está el límite?. Alguien podría alegar que estamos hablando de cosas distintas, pero en el fondo todo es lo mismo. En el fondo todo se reduce a la conocida trilogía del "soporte", el "contenido" y el "derecho de autor". Al Sr. Lara, igual que le ocurre a la industria discográfica y al resto de empresarios del mundo audiovisual, sólo le compete la lucha por los beneficios derivados del "soporte". Y esa es una guerra actualmente agotada en la que, afortunadamente para la cultura, ya han perdido por mucho que se empeñen en arañar las espaldas del legislador. De otra parte el contenido de la cultura es ya incontenible. Ha proporcionado benefícios a sus mercaderes durante casi mil años; desde que los chinos, en el S.XI (o si se quiere, Gutemberg en Europa), inventaron el primer procedimiento de reproducción; y hasta que de nuevo, en un gran salto tecnológico, el nacimiento de la fotografía permitiera que hasta el último desheredado de la tierra pudiese ver el rostro de la Gioconda sin tener que traspasar fronteras para muchos a miles de kilómetros de su mundo. La Cultura es un bien social y como tal no debería de soportar otra gestión que la propia del Estado, quién además y por fortuna dispone hoy de sobrados y sencillos recursos tecnológicos para satisfacer los merecidos derechos de autor. En un mundo poblado de subvenciones que se reparten a diestro y siniestro entre las suspicacias de quienes recelan criterios no siempre basados en el mérito, la equidad o el beneficio social, no existe ningún obstáculo para que la gestión de descargas de contenidos culturales a través de Internet se lleve a cabo desde servidores oficiales o concesionados que controlen y cuantifiquen su consumo social y en consecuencia que sirvan de arbitrio para regular las compensaciones públicas a los autores. Por suerte para el Sr. Lara y los suyos, el soporte físico de un libro ofrece todavía un valor añadido que no ofrecen otros soportes audiovisuales, y debiera contentarse con la explotación residual de ese valor añadido para el cliente que así lo prefiera (y pueda costearselo) sin pretender por ello controlar tambien el precio de todos sus contenidos.

He de añadir que conozco de la existencia de un tal "Bi Sheng" como creador de la imprenta en el año 1041 gracias a la Wikipedia. El Sr. Lara, como no podía ser de otra manera, desprecia este medio de cultura gratuita respecto de la cual, y atendiendo a criterios de calidad, señala que si alguien prefiere consultar a la Wikipedia en lugar de la Enciclopedia Británica es "su" problema. El Sr. Lara dispondrá sin duda de un coche de lujo y seguramente jamás se le hubiera ocurrido decir que "si alguien prefiere viajar en autoestop en lugar de conducir un Mercedes, es su problema". De ello resulta que la cultura no es un problema de todos, sino unicamente de aquellos que no pueden acceder a ella. La pregunta es si a los demás nos debe de parecer igual de bien y si un gobierno social debe de estar de acuerdo con ello.

"...y sigue la danza"

(23/11/2010.- Todos los medios: "Tragedia en Camboya: al menos 370 muertos en una estampida humana en el festival del agua )

...Y los calamares siguen danzando.

miércoles, 28 de julio de 2010

"La danza de los calamares"

(16/07/2010, sobre la tragedia en el concierto del "Love Parade", todos los medios)

“La desgracia podría haberse evitado”. Así rezan buena parte de los titulares y el último sentido en la totalidad de los artículos que he leído. Unos y otros apuntan a las deficiencias de seguridad que propiciaron la catástrofe ¡Me siento estupefacto! Ante el diagnostico fatal de cáncer en un fumador a nadie se le ocurriría buscar las causas en si la víctima consumía cigarrillos de alto contenido en nicotina, o si el filtro de su marca preferida no era todo lo eficaz que debía de ser, o si fue imprudente por tragarse la totalidad del humo que aspiraba. Aún en cualquier operación desastrosa dentro de un conflicto bélico, se alzarán muchas voces de aquellos a quienes no les importa si ésta fue deficiéntemente planificada por algún estratega irresponsable, sino que se posicionarán rotundos en contra de cualquier guerra, sea la que sea. Incluso en aspectos de progreso de tan evidente utilidad como pudieran ser el uso de las modernas tecnologías cotidianas, dígase por ejemplo el automóvil, siempre existirá algún grupo “mormón” que clame por los muertos que se producen en la carretera, no por su deficiente trazado, sino por haber abandonado los medios naturales para transitar por los caminos de Dios. Pero he aquí que nadie plantea ni aun menos se atreve a proponer que la mejor forma de evitar desgracias como la del “Love Parade” (¿amor?) y las de tantas otras que siempre se están produciendo en cualquier acontecimiento multitudinario es, simple, sencilla y llanamente, que dichos acontecimientos... no se celebren. Nada tan eficaz para evitar el cáncer por el tabaco que no fumar. El organizador del trágico evento ha dicho “se acabó”. No ha dicho que van a intentar mejorar la seguridad en el futuro o que vaya a celebrarse en otro sitio; ha dicho “se acabó”. Si esa frase la hubiera pronunciado el día antes y no el día después, entonces sí que la tragedia hubiera podido evitarse. Tal vez me esté haciendo viejo. Tal vez sea la envidia y no la sabiduría que dan los años lo que me hace odiar esta vorágine de hedonismo patológico que hoy consume especialmente a los más jóvenes por encima de cualquier interés en el cultivo de su dimensión humana. Si, tal vez sea algún defecto en mi desarrollo vital lo que me ha hecho buscar el desarrollo personal en lugar de dejarme llevar por los impulsos gregarios. Quizás sean estos hipotéticos defectos los que me llevan a afirmar que la mayor parte (debiera decir todos) de estos “acontecimientos”, verdaderos cultos al alcoholismo, dónde se le llama música a un puro ruido que a nadie importa y donde la comunicación personal se limita a gritos incompresibles, puro escaparate de carnes y de posturitas chulescas persiguiendo la torpe seducción, pateos de monotonos a compulsivos, vómitos, “speeds”, agrios sudores...etc, son ¡una pura mierda!, pero aún así lo digo y así se queda. La principal diferencia entre prohibir tirar una colilla al suelo y hacer lo propio con este tipo de eventos no es mas que una cuestión de interés político. Ocasión habrá en otros posts de analizar más a fondo esa tendencia que hoy mantienen los responsables sociales en promover la integración “cultural” a toda costa fomentando el gregarismo ideológico y la unidad de credo en contra del pensamiento individual y de la capacidad crítica; y del porqué se tolera con tan generoso humor que se estigmatice al diferente, al que resiste la presión de las tendencias “culturales” mayoritarias, al “frikie” que se aparta de la manada y le hacen sufrir por ello. Hoy sólo quisiera dejar la imagen en nuestro modesto escenario de ese feliz “acontecimiento” que llevan a cabo todos los años millones de calamares que guiados de un impulso incontrolable se reunen en cierto lugar del océano para procrear como locos. Enjambres de individuos rutilantes cuya excitación provoca esa extraña ebullición en las aguas que al poco se tornan turbias por los efectos orgiásticos. Luego, exhaustos, complacidos y aturdidos, irán muriendo; unos tapizando de blanco el cenagoso fondo y los más sirviendo al apetito de sus vigilantes depredadores. Algunos dirán que es ley de vida, exigencias de la procreación. Yo sólo puedo afirmar que prefiero la soledad en mi condición humana que la juerga ciega de cualquier feliz calamar...

miércoles, 9 de junio de 2010

"Como ganar un millón de euros"

(ADN-Diario, 9.6.2010 - "El TS de Cataluña condena a indemnizar a unos padres por haberles privado de sus hijos")

Receta: Séase toxicómano, téngase un hijo, espere a que las Autoridades se lo quiten por considerarlo en situación de desamparo, sométase a proceso de desintoxicación, si es prolongado mejor, digamos un par de años, y entretanto reclame el hijo. Es posible entonces que tal vez no le hagan caso y se lleve a cabo la tutela hasta un punto irreversible. Este será el momento en que podrá demandar a la Administración enarbolando jurisprudencialmente la reciente sentencia de cierto altísimo tribunal. El daño moral es, por supuesto, inconmensurable; por lo que la reparación económica, aún siendo considerable, resultará un pobre paliativo para tanto daño. La sentencia seguramente no entra en consideraciones irrelevantes, como por ejemplo si ese hijo fue fruto de un sentimiento de paternidad responsable o de la inconsciencia. He de presumir que debió de ser lo primero y que, aunque hubiera sido lo segundo, nada, salvo circunstancias absolutamente evidentes, deberían de impedir aceptar que cualquier padre puede asumir una responsabilidad sobrevenida y se comporte como tal a partir del suceso, incluso sobrellevando un problema de adicción a las drogas. La sentencia sí que califica en cambio la actuación de la administración como “negligente”, ya que ésta actuó, según cita textual, con “celeridad” y “prejuicio”. Si actuar con celeridad es negligencia (el diccionario de la RAE define a la celeridad como: “prontitud, rapidez y velocidad”), deberíamos entender que lo diligente hubiera sido actuar con “dilación”, “lentitud” o “inactividad” que son sus equivalentes en cualquier diccionario de antónimos. Si hubiera obrado de diferente modo a como lo hizo, la administración le hubiera ahorrado un millón de euros a los contribuyentes. Pero es que, además, actuó con “prejuicio”, que según el mismo diccionario de la RAE es el resultado de “prejuzgar algo”, así como la “opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal”. Debe añadirse además que, según diversos autores de la moral social, el prejuicio se expresa a través de la “discriminación”. A tenor de ello debemos deducir que la Administración actuó mal, porque discriminó injustamente a unos padres y dispuso la tutela de su hijo por el hecho de encontrarse los primeros inmersos en unas circunstancias derivadas de su adicción a las drogas, que a su juicio dejó en situación de desamparo al menor de corta edad, y ello lo hizo actuando en virtud de un prejuicio desfavorable hacia los consumidores de sustancias prohibidas sin conocer bien el asunto pese a los informes de todo tipo de que disponían. En fin...¿Qué mas se puede decir?. Por mi parte sólo mencionaría tres cosas: La primera de ellas es que vengo observando, cada vez con mayor presencia en la opinión, la sistemática confusión que se da entre el “prejuicio” y el “juicio negativo” sobre algo, y creo que nos estamos olvidando de que no todo en la vida es hermoso y positivo; la segunda cosa es que el concepto de los derechos individuales está derivando hacia áreas que nos aleja cada vez mas de los elementos de la sociedad más desprotegidos (no solo se considera el derecho cuasi-absoluto de la madre biológica hacia sus hijos, sino también su derecho a abortarlos); y la tercera, que hay casos en los que sentar ciertos precedentes puede resultar de efectos absolutamente impredecibles. Por cierto que también existe el prejuicio en su acepción positiva (al igual que la discriminación positiva), y la pregunta que se me ocurre es ¿acaso no cupo considerar en la sentencia ese prejuicio positivo de la administración al considerar por encima de todo el interés del menor?

miércoles, 2 de junio de 2010

"Narcotráfico de Estado"

(2-6-2010.Europa Press: s/ la nueva subida del tabaco)
No defiendo el hábito de fumar, pero tampoco soy un sinverguenza. Hay otros que, escondidos tras posturas populistas, sí que son esto último. Desde que el Estado comenzó, hace un par de años, a arruinar al pais, se han exacerbado las campañas antitabaco ¡Qué casualidad! preocupándose por "la salud del ciudadano" y traducidas en una cada vez mas alocada carrera de alza en los precios del tabaco (amén de otras medidas, para despistar). Cualquiera puede ver los resultados sobre la salud y la variación en la tasa de fumadores de estas campañas en los numerosos estudios que se publican regularmente. Los estadísticos tienen una palabra para analizar este tipo de correlaciones: "Significatividad despreciable". Lo que no es nada despreciable son los 10.000 millones de euros que el Estado obtuvo el 2008 en una linea creciente que aspira a redondear la cifra de los 15.000 este año. Para que el lector se haga una idea, piense que esta cifra puede llegar a ser el equivalente al 25% de lo que el Estado recauda en concepto de todo el IRPF ¡Buén bocado, eh! Cuanto más dinero necesita el Estado para tapar sus cagadas, más se preocupa por la salud de la casi mitad de sus ciudadanos mientras es aplaudido rabiosamente por la otra mitad como idiotas. Hace ya años que los impuestos del fumador llevan amortizando sobradamente el incremento que en el gasto sanitario supone su malsano hábito. Pero eso no es suficiente para la voracidad paternalista de algunos. ¡Resulta tan facil...! ¡Es tan sencillo contar con el apoyo popular!... "Vamos a salvar del cancer al pobre desgraciado que llegará a no poder pagarse su cajetilla. A los más pudientes que se los coma el sarcoma", e aqui un innovador y original concepto de justicia social. Bueno, dejemos ya de lado las ironías: Quien se aprovecha económicamente de las debilidades de los desgraciados, sea este un drogadicto, un alcoholico o un fumador empedernido, es un sinverguenza ¿Queda claro?. Y es aún más sinverguenza si disfraza su depredación con tintes paternalistas. Y debo advertir que cada día este comportamiento se me parece más al de ciertos camélidos que pululan por mi barrio, no se si uds. me entienden...

jueves, 13 de mayo de 2010

"La historia del bombero que apagaba el fuego con gasolina"

(Sobre la reducción del 5% del sueldo a los funcionarios anunciada por el sr. Zapatero - Publicado en todos los medios)

Dice mi amigo, el funcionario, que no entiende porque los opinantes definen su situación en términos de “disminución de ingresos”. Lo que le han disminuido, alega, es su “calidad de vida” (que por cierto no era muy boyante que digamos). La disminución de ingresos la van a sufrir otros. El concepto de ingresos y el de gastos, añade, lo maneja su tendero, el dueño de la cafetería dónde se toma el café, el de su lavadero de coches, su agencia de seguros, su clínica dental...etc, comerciantes y profesionales estos que andan un tanto preocupados porque mi amigo (al igual que ya lo están haciendo otros tres millones de funcionarios) ya les ha comunicado que va a reducir o a prescindir directamente de sus servicios debido al reajuste de su presupuesto doméstico. Y es que mi amigo no tiene otro gasto en su negocio de ganarse la vida que el billete de autobús que utiliza todos los días para ir al trabajo. Y ello es porque cuando se hizo funcionario, a cambio de un sueldo discreto aunque seguro, ya renunció a que su calidad de vida se alzase poco más que sobre la mediocridad; y eso tiene sus pequeñas ventajas y sus modestos inconvenientes. El inconveniente que tienen los comerciantes y empresarios (y éste si que es grave) es que ellos “si” que tienen elevados gastos asociados a su negocio, y que éstos gastos (alquileres, sueldos de empleados, mantenimiento y amortización de equipo e instalaciones...etc) siguen estando ahí, tan imperiosos, lo mismo si suben que si bajan sus ingresos de caja. Por eso resulta que cuando bajan sus ingresos, hasta el punto en que ya no pueden ni cubrir los gastos que le atenazan, tiene que cerrar, despedir a los empleados y dar portazo a los acreedores. De ahí que mi amigo afirme que su negocio de sobrevivir va a seguir igual, aunque le bajen el sueldo junto a los otros tres millones de colegas que se embarcaron en el mismo viaje, y aunque su calidad de vida desmerezca. Pero hay otros, negocios, comercios, empresas,,,etc, que ya andaban rozando la línea de quiebra, que van a tener que bajar la persiana cuando el consumo de sus clientes (entre los cuales se encuentran los tres millones ya citados) se reduzca aún más. Y es que algunos no se quieren enterar que para que la economía siga adelante el dinero tiene que circular, tiene que moverse. No se puede retirar dinero de la economía pedestre para dárselo a las grandes instituciones que financian la deuda publica para que lo dediquen a sus jueguecitos bursátiles y especulativos. Mi repetido amigo aún añade que, vale, que sigan bajándole el sueldo hasta que se cansen...que él aún tiene margen de maniobra. Ya tiene preparada una lista para su próximo apretón de cinturón: su cuota mensual a cierta ONG, la asistenta que le limpia dos horas a la semana...y es una lista muy larga...es la economía de la calle. ¿Y las empresas? ¿Tienen aún mucho margen de maniobra?. Dice mi amigo que le resulta muy exótica la formula que ha elegido el Gobierno para reactivar el consumo y generar mas empleo... Y yo, que siempre estoy discutiendo con él por todo, no he tenido mas remedio que darle esta vez la razón.

lunes, 16 de noviembre de 2009

"Ánimo didáctico"

(varios medios 14.11.09)

Que conste que no me posiciono. Solo pregunto. Las Autoridades educativas de Extremadura han patrocinado recientemente un “taller de masturbación”. Evidentemente la connotación es erótica. La pregunta consiste en cuál es la diferencia entre en profesor que dirija uno de estos talleres y el señor perfumado, de ojitos entornados y mejillas encendidas, que ronda a las afueras de los colegios a la caída del atardecer. ¿Qué uno es docente de pago y el otro lo hace por simple afición? Y, ¿Qué impediría que este último alegase también una altruista intención didáctica?. Ahí queda la pregunta...